Por otra parte, el sexo tampoco lo es todo. Si es un hombre aceptable que hace reír, entonces desea que seas bueno en la cama. Si hace sentir segura y feliz, entonces quiere que seas bueno en la cama.
Este es un desarrollo que no es muy habitual mas que ocurre, cuando sucede es muy sólido pues los dos se conocen lo suficiente como para no sorprenderse, pues ambos han admitido en la amistad las características de su pareja, saben quien es el otro y pueden querer su centralidad más sencillamente.
Compra un paquete de estrellas que relucen en la oscuridad y engánchalas en el techo sobre su cama, de forma que se lea un mensaje de amor (por poner un ejemplo Te quiero). Cuando apague las luces se va a llevar una agradable sorpresa.
Manténgalo todo en forma: Ame a su cuerpo sin importar la manera o el tamaño. Recuerde que si es una persona con una gran imagen anatómico, entonces es una persona que confía en la cama y eso significa mucho para el rendimiento.
Sin embargo, aunque vayamos trabajando por zonas, siempre y en todo momento debemos integrar la unidad propagando aceite tenuemente por todo el cuerpo, si bien pongamos mayor cantidad en la zona que vayamos a trabajar.
Dile a tu amante que te agradaría hacer una película de él complaciéndose a sí mismo. Colócalo en la bañera o en una cama de pieles, luego pídele que se encienda y se ponga al orgasmo mientras que grabas. ¡Prepárate para dejar caer la cámara y unirte a la acción si no puedes contenerte!
Ven a buscarme, acá te espero desnudita, en la camita, solo con una braga ? ¿lo dejarás pasar?
La manera de proceder de los hombres es absolutamente diferente. Tratamos un tema, conseguimos unas conclusiones y actuamos en consecuencia antes de hablar de otra cosa. Nos gusta zanjar los problemas y estamos programados para ofrecer soluciones, no para charlar simplemente.
Consiéntete con dos prendas íntimas de seda real y haz que tu compañero pase el mayor tiempo posible lamiéndote el material antes de que llegue a tu clítoris. Cuando haya sido objeto de burlas y hormigueo por un tiempo, estará chillando por más.
El gran sicólogo, pensador y teorético social que fue Michel Foucault habló del sadomasoquismo como de un juego que se juega con el cuerpo mismo. Merced al juego sadomasoquista el cuerpo, al convertirse en un lugar de producción de placeres polimorfos, busca el modo perfecto de inventarse a sí mismo.
